Fue una sorpresa -incluso una decepción- la confirmación de Jermell Charlo como próximo rival de Saúl "Canelo" Álvarez. Algunos esperaban que fuera Jermall Charlo en su lugar, pero incluso si lo hubiera sido, después de dos años de inactividad el momento habría sido equivocado - el único oponente satisfactorio, cuando se hizo el anuncio, habría sido David Benavidez.
Pero los combates de Canelo nos entusiasman de cualquier manera. Como aficionados, disfrutamos con los grandes combates -y los de Canelo siempre lo son-, así que cuanto más se acerca, más expectación genera Canelo-Charlo. Los combates en los que participa y la atención que sigue prestando a este deporte significan que Canelo sigue siendo una fuerza positiva para este deporte.
Cuando suene la campana de apertura, su pelea será enorme. Canelo atrae a un público más amplio, y gran parte de ese público no sabrá la diferencia que puede suponer que un boxeador suba dos divisiones de peso. Estarán más interesados en el marketing centrado en un campeón indiscutible peleando contra otro.
Como muchos, Canelo me parece demasiado grande y fuerte para Charlo. Charlo tiene más capacidad boxística, pero también es demasiado imprudente: a menudo se queda demasiado tiempo en el bolsillo, como le ocurrió la primera vez que empató con Brian Castano en el 2021. Puede que haya sido más disciplinado en su revancha del año pasado, pero tiene una gran carga emocional, y son esas emociones las que a menudo toman sus decisiones en el ring, y que serán más difíciles de controlar ante el tipo de público que asiste a las peleas de Canelo. Charlo tiene el tipo de habilidad boxística que Dmitrii Bivol demostró para vencer a Canelo poco antes de Charlo-Castano II, pero aún no ha mostrado el tipo de control que Bivol hizo aquella noche.
Los preparativos de los boxeadores para esta pelea han sido bastante diferentes. Charlo ha estado entrenando junto a Errol Spence y Anthony Joshua en un momento de gran actividad para el gimnasio de Derrick James. Estar en un entorno como ese junto a boxeadores como esos puede impulsar y sacar lo mejor de un boxeador. Entrenar junto a campeones se contagia.
James se ha convertido en el mejor entrenador del mundo y es capaz de marcar la diferencia la noche del combate. Pero que Charlo trabaje con Joan Guzmán también es positivo. Guzmán es el boxeador con más talento que he visto nunca, pero le faltaba disciplina. Su creatividad y mentalidad como boxeador, combinadas con el atletismo de Charlo -que también tiene mucho talento- significan que deberían complementarse mutuamente, y hasta el punto de que podría incluso ser el mayor punto fuerte en la preparación de Charlo para pelear.
Si Charlo gana, es poco probable que volvamos a verle en las 154 libras. Si pierde, puede que vuelva allí. De cualquier manera, sólo va a estar buscando las peleas más grandes - oponentes como Terence Crawford. El hecho de que vaya a pelear contra Canelo en lugar de Tim Tszyu, una pelea que todos queríamos ver, lo demuestra.
Menos cierto es lo bueno que sigue siendo Canelo. Sigue siendo lo suficientemente eficaz como para vencer a algunos boxeadores bastante buenos, pero no estoy seguro de lo hambriento que está y, por lo tanto, de cómo se compara con el boxeador que vimos cuando estaba en su mejor momento; lo que ocurra en el ring responderá a muchas de las preguntas que tenemos.
Cuando los nombres más importantes pelean contra rivales percibidos como menores, se ponen bajo la lupa de los críticos. Cuando no dominan a esos rivales, comienzan las críticas. John Ryder, un rival sólido, fue en mayo más competitivo de lo que muchos esperaban. No fue noqueado y plantó cara a Canelo, lo que dañó su reputación. La tercera pelea con Gennady Golovkin, cuando Golovkin tenía 40 años, duró los 12 asaltos. Canelo tenía una muñeca lesionada, así que tenía una buena razón para no ser más impresionante, pero no ha lucido espectacular desde que venció a Caleb Plant en el 2021. Lo que podría resultar importante en Las Vegas, dado que la pelea podría estar reñida en muchos aspectos, es cómo evoluciona.
Pero me cuesta ver a Canelo perdiendo una decisión - incluso si pierde la pelea, no puedo ver que se le marque como perdedor. Fue un shock cuando Bivol fue premiado con la decisión, y fue una decisión ajustada, en una noche en la que Bivol ganó casi todos los asaltos.
